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Los cuarenta y cinco niños trabajadores del sector bananero -personas menores de dieciocho años- con los que habló Human Rights Watch describieron las condiciones laborales en las que trabajaban y las tareas que realizaban, muchas de las cuales, según el derecho internacional, sitúan su empleo entre las «peores formas de trabajo infantil». Explicaron que estaban expuestos a productos químicos tóxicos, que manipulaban plásticos tratados con insecticidas, que trabajaban bajo aviones que rociaban con fungicidas en los campos y que aplicaban directamente plaguicidas después de la cosecha en las plantas de embalaje. Describieron el uso de herramientas afiladas, como cuchillos, hojas curvas cortas y machetes, y la falta de agua potable e instalaciones sanitarias. Cuatro niños explicaron cómo transportaban pesadas cargas de plátanos desde los campos hasta las plantas de embalaje, y tres niñas preadolescentes describieron haber sufrido acoso sexual.
Cuando se les preguntó por qué trabajaban, la gran mayoría de los niños respondieron que lo hacían para proporcionar dinero a sus padres para comprar comida y ropa para sus familias. Un niño de catorce años que había trabajado en la plantación Balao Chico en el cantón de Balao, aproximadamente a setenta millas al sur de Guayaquil, en el sur de la provincia del Guayas, desde los doce años resumió sucintamente las respuestas de la mayoría de los niños cuando explicó: «Tengo que trabajar. No hay dinero».
Agencia federal de empleo
El Ministerio de Trabajo («MdT») mediante la Resolución No. MDT-2020-024 de fecha 10 de junio, decidió reanudar a partir del 15 de junio de 2020, las audiencias, términos, plazos y prescripciones que fueron suspendidas, dentro de los siguientes procedimientos:
Los plazos y términos de los procedimientos administrativos para aquellos condados para los cuales las restricciones continúan bajo luz roja se reanudarán cuando las restricciones cambien a luz amarilla, de acuerdo con las disposiciones emitidas por el Comité de Operaciones de Emergencia del condado.
Ministerio de trabajo
El Consulado General de los Estados Unidos en Guayaquil ha incrementado la gama de servicios de visa de inmigrante disponibles y ha reanudado las entrevistas rutinarias de visa de inmigrante. Entre las solicitudes de visa de inmigrante, daremos prioridad a los casos de emergencia y luego a los familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses (IR-1, IR-2, CR-1, CR-2, IR-5), incluyendo las adopciones internacionales (IH-3, IR-3), los prometidos de ciudadanos estadounidenses (K-1, K-2) y ciertas solicitudes de Visa de Inmigrante Especial de acuerdo con el orden de prioridad del Departamento de Estado.
A medida que aumentemos la gama de nuestros servicios de inmigración disponibles, procesaremos los casos en el orden en que el Centro Nacional de Visados (NVC) determine que el caso está «documentalmente cualificado». Cuando un caso se califica documentalmente, el NVC envía un correo electrónico para notificarle que está completo y pendiente de programación en el Consulado, así que por favor revise sus correos electrónicos anteriores del NVC para determinar la fecha en que su caso se calificó documentalmente. También puede revisar su cuenta de CEAC para encontrar esta fecha.
Estamos trabajando con diligencia para resolver nuestro atraso lo más rápido posible. Por lo tanto, no aceptaremos solicitudes de transferencia de casos de otras Embajadas a menos que el beneficiario sea residente en Ecuador. Por favor, proporcione una prueba de su residencia en Ecuador con su solicitud de transferencia. Tenga en cuenta que la aceptación de una solicitud de transferencia no significa necesariamente que vayamos a acelerar o priorizar su caso.
La población de Ecuador es étnicamente mixta. Los grupos étnicos más numerosos son los indígenas y los mestizos (mezcla de indios y caucásicos). Aunque hace unas décadas los ecuatorianos se concentraban en la región montañosa de la sierra central, la población actual se divide a partes iguales entre esa zona y las tierras bajas de la costa. La migración hacia las ciudades -sobre todo las más grandes- en todas las regiones ha incrementado la población urbana hasta un 55%. La región de la selva tropical, al este de las montañas, sigue estando escasamente poblada y contiene sólo un 3% de la población.
El sistema de educación pública es gratuito, y la asistencia es obligatoria de los 6 a los 14 años. En la práctica, sin embargo, muchos niños abandonan los estudios antes de los 15 años y, en las zonas rurales, sólo un tercio completa el sexto grado. El gobierno se esfuerza por crear mejores programas para los pobres de las zonas rurales y urbanas, especialmente en la formación técnica y profesional. En los últimos años, también ha conseguido reducir el analfabetismo. La matriculación en las escuelas primarias ha aumentado a un ritmo anual del 4,4%, más rápido que la tasa de crecimiento de la población. Según la constitución de 1979, el gobierno central debe destinar al menos el 30% de sus ingresos a la educación; en la práctica, sin embargo, asigna un porcentaje mucho menor.
